miércoles, 7 de mayo de 2008

LA SOJA. Diversificación, beneficios y riqueza universal.

La Soja hispida o Glycine hispida-Max, es una planta de la familia de las papilionáceas (fabáceas), original del este de Asia, donde se viene utilizando desde el principio de la historia humana.

Se cultiva con facilidad, a gran escala, en regiones templadas. Desde la segunda mitad del siglo XX ha adquirido una gran importancia económica al tratarse de un alimento completo, a nivel proteínico, constituyendo una base alimenticia de valor incalculable, tanto para los seres humanos como para los animales y plantaciones, siendo aprovechables todos los elementos constituyentes de la planta y su semilla, a la vez que se adapta a una diversificación muy extensa de preparados nutricionales, tanto en el uso muy variado de alimentos básicos como en la disociación de sus componentes para la fabricación de suplementos nutricionales especiales.

En el año 1.939 ya se había publicado, en el boletín del Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos de América, el conocimiento de más de quinientas variedades de soja, indicando las recomendables para su consumo, junto con una diversificación de más de treinta y seis grupos de aplicaciones, con diversos subgrupos, para su utilización en la alimentación humana, en la cosmética, en la agricultura, en la ganadería, en el utillaje y en la industria.

Su cultivo es muy agradecido puesto que las raíces se hunden bastante en el suelo y se hace muy resistente a la sequía, necesitando, para su desarrollo, solo algún preparado rico en ácido fosfórico y calcio. El nitrógeno que es la base de las proteínas lo obtiene de las bacterias que viven en las nudosidades de las raíces y del aire difundido en la tierra de cultivo.

- Los principios activos de la soja y los beneficios para el organismo humano:

Dependiendo de la variedad de la planta, contiene aproximadamente un 20% en glúcidos (holósidos, pantanosas y galactosas); del 14 al 20% de materia grasa; un 40% de prótidos; un 2% de lecitina y saponinas esteroides; y más de una decena de sustancias entre las que destacan el complejo vitamínico B, la vitamina E, los carotenoides (provitamina A), glucósidos flavónicos, y ácidos aminados, todas ellas indispensables para la salud.

Es muy importante el contenido de la soja en sustancias minerales orgánicas asimilables, ofreciendo un porcentaje más elevado que el de la mayoría de los alimentos.

Alcanza un 5% de su peso en minerales, es decir siete veces más que la leche animal, cinco veces más que la carne y los huevos, tres veces más que las harinas de cereales integrales y dos veces más que el resto de las legumbres utilizadas tradicionalmente en occidente.

Por ejemplo: La leche de oveja tiene 210 mg de calcio por 100 gramos de producto lácteo, en tanto que la soja contiene 230 mg de calcio por cada 100 gramos, convirtiéndose así en un sustituto ideal para las personas que por diversas circunstancias o conocimientos prefieren no usar leche de origen animal.

Por esta circunstancia, la riqueza en calcio y demás minerales de la soja influyen en el metabolismo, alcalinizando el plasma y previniendo la gran pandemia de enfermedades que provoca la acidosis habitual de los seres humanos, debido a la rutina comercial generalizada en el consumo de alimentos refinados y por tanto desmineralizados.

-Un ejemplo importante de sus beneficios. La menopausia y el climaterio:

Las mujeres en la época de menopausia o climaterio pueden recibir grandes beneficios en relación a sus procesos hormonales, metabólicos, circulatorios y neurológicos ó nerviosos. El grupo de isoenzimas que contiene la soja es responsable de esta gran ayuda biológica.

La Genisteina de la soja es una hormona vegetal relacionada con este grupo y puede ayudar a las mujeres en su menopausia a suplir el déficit de estrógenos, que influyen en los efectos indeseados de sofocos, inquietud y nerviosismo. A la vez tiene efecto protector en las enfermedades cardíacas de las mujeres, en esta época, al igual que en la osteoporosis y la fatiga. Dosis de entre 5 y 30 gramos de lecitina de soja, por día, son recomendables en estas afecciones.

La lecitina que contiene mejora el metabolismo y ayuda a equilibrar el peso corporal, pues actúa como un quemador de grasas del tejido adiposo.

También la lecitina es un complemento dietético que ayuda a reducir los niveles perjudiciales de colesterol y a conservar en buen estado el aparato circulatorio.

La soja es rica en fosfolípidos, ayudando a fortalecer el cerebro, el equilibrio nervioso y prevenir los fallos de memoria, reflejos y falta de concentración.

Siguiendo con el caudal de beneficios que nos ofrece esta rica leguminosa podemos mencionar los siguientes:

- Ayuda a controlar los niveles de triglicéridos y colesterol en el plasma y a prevenir la arteriosclerosis.
- Mejora los procesos de aprendizaje y la capacidad de concentración, siendo recomendable en todo tipo de trabajo intelectual y en la ancianidad.
- Mantiene las membranas celulares íntegras, lo que se refleja directamente en la piel, en general, y en el cutis, en particular.
- Contribuye directamente en el aumento del rendimiento físico.
- Especialmente indicada en niños, mujeres embarazadas y durante la lactancia, por ser una fuente extraordinaria de colina.

- Diferentes formas de ingerir la soja:

La forma ideal de tomar cualquier semilla que tenga capacidad de germinar, es en forma de brotes ó germinados frescos, pues de esta manera se aprovechan siempre , no solo sus propiedades intrínsecas y completas, sino que además se produce una metamorfosis interna de revitalización vegetal, puesto que los diferentes enzimas almacenados en las estructuras celulares de la leguminosa transforman un buen porcentaje de sus principios activos en vitaminas y coenzimas vivas que transmiten, dicha vitalidad a la persona que las ingiere.

El efecto antioxidante y regenerador es infinitamente superior a cualquier otro elemento nutriente artificial que se pudiera utilizar.

Evidentemente hay otras diferentes maneras de utilizar la soja como alimento, para disfrutar de los sabores y de la variedad alimentaria.

Otros ejemplos de preparaciones:

- Soja en grano cocinada: Cocinada como cualquier otra legumbre, siendo conveniente dejarla en remojo, desde la noche anterior para estimular el proceso enzimático de germinación con la consiguiente producción de antioxidantes.

- Granos de soja tostados: También remojados toda la noche, tostándolos posteriormente de manera similar a los cacahuetes.

- Vainas verdes de soja cocinadas: Preparándolas de maneras similares a las judías verdes

- Aceite de soja: Utilizándolo de manera semejante a los demás aceites, procurando siempre, no cocer prolongadamente ni freír, para evitar la saturación de los ácidos grasos poliinsaturados.

- Copos de soja: Se toman como los demás copos de cereales, sean tostados, con leche vegetal, en muesli, cocinados con verduras, sopas vegetales,etc.

- Harina y pasta de soja: Para la preparación de todo tipo de platos de pastas, bizcochos, pasteles, etc.

- Pan de soja: Generalmente se prepara con la adición de tres partes de harina de soja y una parte de otra harina de cereal (cebada,centeno, etc.), incluyendo especias y semillas a gusto del consumidor.

- Leche de soja: Se puede ingerir como cualquier otro producto lácteo, con las ventajas que ello aporta sobre los lácteos de origen animal. Igualmente se utiliza para la preparación de yogur, mahonesas, salsas, etc.

- Queso de soja y Tofu de soja: De uso muy extendido, combinando en ensaladas, preparaciones a la plancha ó al horno ó en sopas ó purés, obteniendo con este alimento una riqueza excepcional en calcio y proteinas.

- Salsa de soja o Tamari: Usado tradicionalmente en la cultura oriental para dar sabor y consistencia a todo tipo de salsas, purés, sopas, caldos ensaladas, etc.

- Embutidos o fiambres de soja: Ya sea en forma de salchichas, amburguesas, filetes, albóndigas, etc. se utilizan con mucha facilidad para preparar todo tipo de platos ricos en minerales y proteínas, sea en comidas calientes o frías.

- El uso de la soja en cosmética:

En el mundo de la biología se conoce muy bien como las células se nutren a través de sus membranas celulares, mediante absorción por ósmosis. La piel, en este caso, es un órgano con muchas funciones conocidas, especialmente funciones de absorción y eliminación. El equilibrio de éstas y otras muchas es lo que produce un verdadero efecto anti-envejecimiento (anti-aging) en la piel.

Conociendo lo anterior, es fundamental que dichas membranas celulares trabajen sin obstrucción, pues de producirse tal obstáculo la célula se colapsa, envejece y degenera.

En los elementos naturales derivados de la soja encontramos unos utensilios muy valiosos para mantener la calidad de las membranas celulares y de los diferentes corpúsculos que se encuentran en el interior de las células –por ejemplo las mitocondrias o centrales de energía, de donde se deriva la “medicina mitocondrial”-

Uno de estos elementos, la lecitina, es rica en fosfatidilcolina que forma parte de la enzima “Lecitina Colesterol-Acil Transferasa” (LCAT). Esta enzima cataliza la esterificación del colesterol HDL. Esta reacción es fundamental para la captación del colesterol de las células, en general, y de las células LDL por parte de las HDL, para su transporte al hígado, evitando así la acumulación del colesterol perjudicial en los tejidos que podría producir manchas, lunares y otros problemas que indicarían envejecimiento o degeneración celular.

Las hormonas naturales de la soja también se absorven mediante las membranas celulares de la piel, con lo cual compensamos el déficit de estrógenos en la época de la menopausia.

El aceite de la soja, también útil en cosmética, es rico en colina. Siendo, dicho elemento, un alcohol rico en aminoácidos, a partir del cual el organismo es capaz de sintetizar fosfolípidos y acetilcolina. En este caso, la acetilcolina es un neurotransmisor fundamental en las funciones de los receptores cutáneos que ayudan a mantener la sensibilidad natural de los mismos.

También los fosfolípidos que contienen el inositol y la etanolamina de la soja son imprescindibles para la salud de las membranas celulares de la piel.

- La cantidad de soja que debemos ingerir:

En este caso siempre hay que individualizar, pues cada persona es diferente a los demás, tanto respecto a necesidades de nutrientes como en relación a su capacidad para metabolizar alimentos.

Mientras un deportista puede tomar una cantidad más abundante de proteina, quizá una persona con vida sedentaria, solo debería tomar productos de la soja l ó 2 días por semana. Aquí es donde juega un papel importante el profesional de salud que usted elija, para que le ofrezca la orientación apropiada a su situación.

No obstante en relación a la bebida de soja, rica en calcio, refrescante y digestiva, si podemos evaluarla como una bebida de uso habitual, para tomarla sola ó en combinación con otros alimentos.

En caso de personas con poca capacidad digestiva, pueden tomarla mezclada con algún té de plantas ó infusión digestiva ó con té blanco ó verde, como ayuda antioxidante, etc.

Por lo tanto la conclusión de esta información debería ser: “Disfrute usted de la soja, su diversificación y sus beneficios, como una riqueza universal”.


BIBLIOGRAFIA:

- O.Avila, J.Soler. (2001). Diccionario de los alimentos.
- Paul Schauenberg, Ferdinand París. (1977). Guia de las Plantas Medicinales.
- Carlos Kozel. (1974). Guia de la Medicina Natural.
- OnairosBusinessHealth S.L. (2003). Lecitina y Genisteina de soja.

Otros autores: Ver “Lecitina y Genisteina de soja” en www.onairos.es
Autor: Prof. Trino Soriano. (Comité científico de OnairosBusinessHealth S.L.)

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