LA PROTECCION DE LA COLUMNA VERTEBRAL.

La columna vertebral es el árbol de la vida. De ella nacen todos los nervios que controlan todas las funciones motoras del cuerpo humano, sean voluntarias o autónomas. Los treinta y tres pares de nervios que salen de los forámenes intervertebrales deben estar totalmente sanos y libres de presiones o pinzamientos para que sea posible la correcta normalidad en todas las actividades orgánicas en el milagro de la vida.

Para conseguir un buen control de la situación de cada individuo, respecto a sus funciones y movilidad normales, hemos de utilizar la Osteopatía. La persona que no conoce esta técnica está vendida a la casualidad o a padecer minusvalías que le producirán una inutilidad, en la mayoría de los casos evitable.

Los especialistas en esta técnica biológica funcional, nos basamos en los criterios de su principal promotor, el genial médico estadounidense Andrew Taylor Still.

La Osteopatía indica la influencia sobre la enfermedad que producen los desajustes en las vértebras y diversas articulaciones, sus causas y su tratamiento manual, nunca el diagnóstico o la afección del hueso –que pertenece a la traumatología-. Lo más necesario es prevenir y mantener sin tener que llegar a curar patologías crónicas mediante intervenciones quirúrgicas, generalmente evitables, salvo accidentes.

El tratamiento manual o biológico funcional descansa sobre un profundo examen clínico, con un diagnóstico claro de la lesión que nos lleva a un acto terapéutico osteopático.

Todos los elementos constituyentes del cuerpo humano tienen una interacción contínua entre ellos, por lo tanto el osteópata, por su gestión y técnicas, tiene la misión de recuperar la armonía de las funciones fisiológicas y energéticas del organismo.

La estructura del cuerpo y las funciones orgánicas están coordinadas, por lo tanto la enfermedad – sea en sus funciones internas o en la movilidad del aparato locomotor – es una alteración de las estructuras o de las funciones. Por lo tanto el acto terapéutico del osteópata consiste en una serie de manipulaciones que pueden restaurar las anormalidades o incapacidades que pueda padecer el enfermo.

Aunque el criterio de la osteopatía es totalmente opuesto a los postulados de la medicina alopática, que divide al cuerpo humano en órganos independientes y especialidades desconectadas unas de otras, resulta totalmente compatible con cualquier tratamiento médico que el paciente tenga que recibir, gracias a su naturalidad y capacidad rehabilitadota.

Todo lo anteriormente explicado se demuestra mediante cuatro principios inmutables, demostrados y ampliamente explicados en todos los textos universitarios de los Estados Unidos de América y Reino Unido, a lo largo del siglo XX.

- 1. La estructura del cuerpo gobierna las funciones.
- 2. La unidad e interconexión del cuerpo es completa.
- 3. El organismo tiene capacidad de autocuración.
- 4. La ley de la arteria que irriga y da vida a las células es absoluta.

Estas son leyes biológicas inmutables que debemos respetar en nuestro trabajo, si queremos rehabilitar y mantener la salud.


El cojín corrector, un utensilio práctico para prevenir y proteger:

Al margen de multitud de ejercicios rehabilitadotes y prácticas de manipulaciones que los osteópatas tenemos ampliamente explicados en los libros de texto, podemos utilizar, entre otros, un pequeño utensilio preventivo que protege la normalidad de la columna vertebral, especialmente en personas que padecen escoliosis, hernias discales, espina bífida, artrosis o artritis, problemas de la próstata o de los genitales y padecimientos similares, o simplemente individuos que están por largo tiempo sentados por necesidades de trabajo .

Se trata del uso de un cojín corrector y protector con una abertura en el centro, por donde penetra la columna vertebral al estar sentados, evitando que se presionen los discos vertebrales o que se aplasten la próstata o los genitales, previniendo o aliviando, si ya los tenemos, los padecimientos antes mencionados, debido a la liberación de la presión que se produce en los discos vertebrales al estirar la columna cuando penetra por la abertura del cojín, a la vez que se rectifica, parcial o totalmente, las escoliosis y desviaciones similares por la misma línea o ley de gravedad.

Sea de conocimiento para todos, la presente información, con el deseo de que mejore la calidad de vida de todos los que tengan verdadero interés por mantener algo que no tiene precio: La salud y la movilidad.

( Por John William Graham y Trino Soriano. / Croydon School. London y Escuela de Ciencias Biológicas de la Salud.)

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